jueves, 12 de febrero de 2009

EL COMENTARIO DE TEXTOS LITERARIOS

FASES O ETAPAS DEL COMENTARIO:
1.- Lectura y comprensión del texto.
2.- Localización.
3.- Análisis del contenido.
4.- Análisis de la estructura.
5.- Análisis de la forma
6.- Conclusión y crítica personal.

1.- LECTURA Y COMPRENSIÓN DEL TEXTO.
2.- LOCALIZACIÓN:
2.1. Marco histórico.
2.2. El género literario:
2.2.1. Épica.
2.2.2. Lírica.
2.2.3. Dramática.
2.2.4. Oratoria.
2.2.5. Historia.
2.2.6. Periodismo.
2.2.7. Didáctica.
3.- ANÁLISIS DEL CONTENIDO:
3.1. Análisis del mensaje.
3.2. Presencia del autor en la obra.
3.2.1. Actitud global ante la realidad.
3.2.2. Postura del autor.
3.2.3. Punto de vista.
3.2.4. Disposición en la transmisión.
4.- ANÁLISIS DE LA ESTRUCTURA.
5.- ANÁLISIS DE LA FORMA.
5.1. Plano fonético-fonológico.
5.1.1. Figuras basadas en el sonido.
5.1.2. El ritmo en la prosa.
5.1.3. Análisis métrico del verso.
5.1.3.1. Medida.
5.1.3.2. Clases de versos.
5.1.3.3. El ritmo.
5.1.3.4. La rima.
5.1.3.5. Pausa, encabalgamiento, tono.
5.1.3.6. La estrofa.
5.1.3.7. El poema.
5.2. El plano morfosintáctico:
5.2.1. El sintagma nominal.
5.2.2. El sintagma verbal.
5.2.3. Tipos de oraciones.
5.2.4. Figuras literarias de dicción.
5.2.4.1. Por adición de palabras.
5.2.4.2. Por omisión de palabras.
5.2.4.3. Por repetición de palabras.
5.2.4.4. Por analogía de palabras.
5.3. Plano semántico:
5.3.1. La elección del léxico.
5.3.2. Los tropos.
5.3.3. Las figuras literarias de pensamiento.
5.3.3.1. Descriptivas.
5.3.3.2. Patéticas.
5.3.3.3. Lógicas.
5.3.3.4. Oblicuas.
6.- CONCLUSIÓN Y CRÍTICA PERSONAL.


1.- LECTURA Y COMPRENSIÓN DEL TEXTO.
Es una fase o etapa previa al comentario, pero imprescindible e importante. En ella debemos leer con rigor, profundidad y repetidamente el texto hasta no tener ninguna duda de carácter léxico.
Se trata de comprender sólo el sentido literal del texto por lo cual no debemos pasar por alto ninguna palabra o expresión que desconozcamos. Para ello es necesario manejar el diccionario, un libro de gramática o cualquier otro manual que pueda ayudarnos a esa comprensión, todavía superficial, del texto.
Para dar por concluida esta etapa debemos estar en condiciones de responder afirmativamente a la pregunta: ¿He comprendido el texto que voy a comentar? y negativamente a esta otra: ¿Tengo alguna duda que impida la comprensión del texto?
Hasta ahora se trata sólo de una comprensión literal del texto, lo que no significa que haya problemas o dificultades a otros niveles.

2.- LOCALIZACIÓN.
Es una etapa externa al propio texto. En ella debemos abordar dos problemas:

2.1. De una parte se trata de situar el texto en el marco histórico y literario en que se ha producido. Para ello tendremos en cuenta las características literarias de la época, la relación de la literatura con otros movimientos artísticos y culturales, la obra completa del autor, el momento en que se ha producido dicho texto en relación con la totalidad de la obra, etc. También interesa saber si es una obra completa, un texto completo perteneciente a una obra o si es un fragmento. Si fuera un texto o un fragmento debe señalarse cómo se inserta en la obra y en qué momento se produce esa inserción.
2.2. Por otra parte abordaremos el problema del género a que pertenece el texto. Cada género y subgénero poseen unas características generales que le darán a la obra unos determinados rasgos dependiendo también de la época ((en todas las épocas no se cultivan los mismos géneros).

Teniendo en cuenta esas características generales podremos hablar también de la originalidad y rasgos característicos de un determinado texto o autor. También aludiremos en este momento a si la obra está escrita en prosa o en verso y si es narración, descripción, diálogo, etc.


3.- ANÁLISIS DEL CONTENIDO.
Es una etapa muy importante. En esta fase empieza el comentario propiamente dicho, pues las anteriores son externas al texto. Se trata de averiguar lo que el autor dice y cómo interviene en el mensaje. Consta de dos partes diferentes:
3.1. Análisis del mensaje: argumento o asunto y tema/ temas.
El mensaje del texto viene emitido de una manera general, pormenorizada y detallada en lo que se llama argumento o asunto. Para realizarlo basta hacer, con nuestras propias palabras y de la mejor manera posible, un resumen detallado de todo aquello que dice el autor en el texto. Es decir, debemos responder a la pregunta: ¿qué dice el autor en el texto?
Si del argumento eliminamos todo lo que resulta anecdótico y circunstancial y nos quedamos con lo básico obtendremos el tema o idea central que ha dado lugar al mensaje. Para definir el tema de un texto debemos emplear el menor número de palabras posible; una palabra abstracta debe ser suficiente para transmitir la idea central y la intención primaria del autor, aunque a veces no resulta suficiente.
3.2. Presencia del autor en el texto.
En este apartado trataremos de observar la intervención del autor en el texto y la técnica que emplea para transmitirnos el mensaje. Nos detendremos en los siguientes aspectos:
3.2.1. Actitud global ante la realidad. Se observa según el género elegido y teniendo en cuenta las características generales tanto del género como del subgénero elegido:
3.2.1.1. Épica: Narra hechos ajenos o externos y objetivos: actitud externa narrativadescriptiva.
3.2.1.2. Lírica: Muestra el estado de ánimo y subjetividad del autor. Actitud internaintimista.
3.2.1.3. Dramática: realidad conflictiva. El autor se oculta. Actitud externa
extrañada.
3.2.1.4. Didáctica. Oratoria. Se propone enseñar, adoctrinar y corregir. Actitud externa imperativa.
3.2.1.5. Periodismo. Historia. Según la intención dominará una u otra de las anteriores.
3.2.2. Postura del autor. Puede ser objetiva, subjetiva, racional, afectiva, fantástica, lógica, etc. Suele coincidir la objetiva con la descripción de hechos externos y la subjetiva con hechos íntimos.
3.2.3. Punto de vista. Es el aspecto más importante en esta fase. Se entiende como la relación entre narrador-mensaje-lector. Es el lugar desde donde puede ser observado el mensaje.
Los puntos de vista más utilizados son:
3.2.3.1. Omnisciencia. El autor conoce todos los detalles de la historia. Sabe más que los personajes. Ha sido el habitual en la novela tradicional. Se emplea la tercera persona verbal.

3.2.3.2. Yo testigo. El narrador-autor aparece como testigo de los hechos y participa sólo como observador; no tiene acceso al pensamiento de los personajes. El texto aparece en primera persona.
3.2.3.3. Yo protagonista. El autor es uno de los personajes. Conoce los hechos y, además, actúa. También aparece en primera persona.
3.2.3.4. Segunda persona narrativa. El autor narra en segunda persona. Se produce un desdoblamiento o diálogo-monólogo ficticio entre protagonista y autor.


4.- ANÁLISIS DE LA ESTRUCTURA.
El contenido de un texto se distribuye a los largo de todo él de una manera organizada que el autor ha elegido voluntaria y conscientemente. El texto suele constar de una serie de partes o núcleos relativamente independientes, pero al mismo tiempo solidarios entre sí. Cada uno de esos contenidos temáticos aporta algo imprescindible al texto y posee una función con respecto a la totalidad que lo forma. Analizar la estructura de un texto consiste en averiguar cuáles son los diferentes núcleos temáticos y cómo se relacionan entre sí para dar como resultado una totalidad perfectamente organizada y dispuesta: el texto u obra literaria. Para realizar este apartado del comentario basta con responder a la pregunta: ¿cómo se ha organizado el texto?
La relación existente entre uno y otro núcleo puede ser antitética, conclusiva, copulativa, adversativa, causal, etc. No se confunda con sintaxis, aunque puede tenerse en cuenta.
Los distintos núcleos que componen la estructura de un texto pueden aparecer relacionados de diversas maneras:
a) Tradicional: introducción, nudo y desenlace.
b) Lineal: los núcleos se suceden uno a otro.
c) Convergente y conclusiva: Los distintos núcleos desembocan en una conclusión, que
aparece en el último de ellos.
d) Divergente: cuando no concluyen en uno final.
e) Concéntrica: los núcleos giran en torno a uno central.
f) Dispersa y difusa: no hay organización definitiva.
g) Abierta y aditiva: los núcleos se suceden, pero no acaban; pueden añadirse más núcleos.
h) Cerrada: contraria a la anterior.

Los modelos estructurales que más se utilizan son los siguientes:

1. Estructura analizante: una idea se desarrolla en sucesivos núcleos.
2. Estructura sintetizante: varios núcleos llevan a una conclusión, que se encuentra en el último núcleo.
3. Estructura analizante-sintetizante: la idea central se desarrolla en los núcleos
siguientes y a su vez hay una conclusión procedente de esos núcleos.
4. Estructura paralela: los núcleos no se supeditan unos a otros, sino que poseen la misma importancia. Son yuxtapuestos.
5. Estructura atributiva: se establece una identidad entre dos o más núcleos.
6. Interrogación-respuesta: un núcleo interrogativo y otro o varios como respuesta.
7. Estructura de núcleos independientes: no dependen unos de otros, pero sí de uno central e importante.
8. Estructura repetitiva: se repiten núcleos idénticos.
9. Estructura dependiente del punto de vista: cada punto de vista o forma de ver la realidad ocupa un núcleo.


5.- ANÁLISIS DE LA FORMA.

Es, sin duda, la etapa más importante del método, pues se trata de analizar una de las peculiaridades que hace que un texto sea literario: el valor estético del lenguaje.
Hasta ahora hemos comentado qué dice el autor y cómo se ha organizado el mensaje. Ahora es el momento de explicar los elementos lingüísticos que ha elegido para comunicárnoslo y por qué ha elegido intencionadamente esos elementos y no otros. No se trata, pues, de identificar y hacer una enumeración caótica de los recursos lingüísticos y literarios empleados, cosa que no tiene ningún valor, sino de observarlos y explicarlos en su relación con el contenido. Recordemos que cualquier texto literario tiene dos partes inseparables y dependientes una de la otra.
Esta fase debe servir para confirmar lo que en apartados anteriores hemos observado, pero ahora lo constatamos con elementos lingüísticos objetivos y nos apartamos de posibles interpretaciones subjetivas y personales. Vamos a seguir los tres planos fundamentales de la lengua: fonético-fonológico, morfosintáctico y semántico.

5.1. Plano fonético-fonológico.
Debemos considerar aquellos fenómenos que basándose en el sonido tienen un rendimiento estilístico, o sea, nos detendremos sólo en aquellos recursos que redunden en lo que hemos intuido y anticipado en el contenido. De los numerosos apartados existentes nos detendremos en los tres que consideramos más importantes: figuras retóricas basadas en el sonido, ritmo de la prosa y análisis métrico del verso.




5.1.1. Figuras que se basan en el sonido:
Aliteración. Es la repetición de uno o varios sonido iguales o próximos en un verso, estrofa o periodo. Ej.: “En el silencio sólo se escuchaba/ un susurro de abejas que sonaba”.
Onomatopeya. Consiste en imitar sonidos reales, ruido de movimientos o de acciones mediante los procedimientos fonéticos de la lengua. Ej.: “Uco, uco, uco/ abejaruco.”
Similicadencia. Se basa en utilizar dos o más palabras en el mismo accidente gramatical (tiempo, persona, género, número, etc.). E.: “De carne nacemos, en carne vivimos, en la carne moriremos”.
Paranomasia. Consiste en la semejanza fonética de palabras o grupos de palabras. Ej.: “Allí se vive porque se bebe”
5.1.2. El ritmo en la prosa. Uno de los aspectos que más nos interesa en la prosa es el ritmo, que estudiaremos según la estructura de la misma. Se entiende por periodo o grupo fónico la porción de discurso comprendida entre dos pausas y por grupo acentual la parte del discurso que contiene un solo acento expiatorio. Los principales recursos sobre los que reposa el ritmo son los siguientes:
Homosilabismo sin similicadencia: el ritmo se basa en la igualdad, es decir, los periodos se reparten en unidades rítmicas del mismo número de sílabas.
Homosilabismo con similicadencia: a la igualdad silábica se añade la
similicadencia.

5.1.3. Análisis métrico del verso.
Si el texto que hemos de comentar está escrito en verso es imprescindible comentar sus características métricas atendiendo a la expresividad y valor significativo. Nos detendremos en los siguientes apartados: medida, clases de versos, ritmo, rima, pausa-encabalgamiento-tono, estrofa y poema.

5.1.3.1. Medida. El número de sílabas de un verso es muy importante en la agrupación de versos con el mismo número de sílabas. El número de sílabas fonológicas y métrico no es el mismo, ya que en el cómputo de sílabas métricas intervienen una serie de fenómenos llamados tradicionalmente licencias métricas. Las más importantes son:
Sinalefa. Cuando una palabra termina por vocal y la siguiente empieza por vocal ambas se unen formando una sola sílaba. Ej.: Que_os, mi_al-ma. Si este fenómeno no se produce hay hiato. Ej.: Ba-ca-la-o, te-a-tro, dí-a.
Sinéresis. Consiste en contar en una sola sílaba dos vocales continuas que no forman diptongo. Ej.: tea-tro, real, roe-dor.
Diéresis. Consiste en deshacer un diptongo contando sus vocales como dos sílabas. En ese caso la “i” o la “u” del diptongo llevan el símbolo de la diéresis: ¨. Ej.: sü-a- ve,
Metaplasmos. Consiste en añadir o suprimir una sílaba a una palabra.
La adición puede ser:
1. Prótesis: si se da al principio de palabra. Ej.: “atemporal”.
2. Epéntesis: en medio de palabra. Ej.: “bombro” del latín “homerum”
3. Paragoge: al final de palabra. Ej.: “mare”.

La supresión también puede darse en las tres posiciones:
1. Aféresis: si es al principio. Ej.: “norabuena” por “enhorabuena”
2. Síncopa: en medio de la palabra. Ej.: “caldo” del latín “calidum”
3. Apócope: al final de la palabra. Ej.: “san” en lugar de santo
La posición de la última vocal acentuada altera el cómputo silábico de la siguiente manera:
1. Si el verso termina en palabra aguda se cuenta una sílaba más.
2. Si termina en palabra llana el número de sílabas no cambia.
3. Si termina en palabra esdrújula o sobreesdrújula se resta una sílaba.

5.1.3.2. Clases de versos. Según el número de sílabas métricas de que consten, los versos españoles pueden ser:
1. Simples de arte menor: tienen entre dos y ocho sílabas y reciben el nombre de bisílabos, trisílabos, tetrasílabos, etc.
2. Simples de arte mayor. Tienen entre nueve y once sílabas métricas: eneasílabos,
decasílabos y endecasílabos.
3. Compuestos de arte mayor. Tienen más de once sílabas. Están formados por dos versos simples llamados hemistiquios que se separan entre sí por una pausa interna llamada cesura.
Pueden darse todas las combinaciones posibles.

5.1.3.3. El ritmo. Es un elemento fundamental en el verso ya que nuestra versificación se basa en la intensidad y no en la cantidad por lo que el acento es la base rítmica.
Todo verso consta de un acento fijo en la penúltima sílaba que recibe el nombre de acento estrófico. Si el acento estrófico está situado en sílaba par el ritmo del verso es yámbico; si por el contrario se sitúa en sílaba impar el ritmo será trocaico.
Aparte del acento estrófico cada verso posee otros acentos que pueden ser de tres tipos:
rítmico, si coincide con el signo par o impar del acento estrófico;
extrarrítmico, si no coincide con el signo del acento estrófico y
antirrítmico, si está situado en sílaba contigua al acento rítmico.
Por la posición del acento los versos reciben el nombre de
oxítonos, si el acento recae en la última sílaba del verso,
paroxítonos, si recae en la penúltima y
proparoxítonos si el acento recae en la antepenúltima

5.1.3.4. La rima. Por rima se entiende la repetición total o parcial de los sonidos de dos o más versos a partir de la última vocal acentuada incluida. La rima puede ser de varias clases:
1. Según el timbre: total o consonante. Si se repiten las vocales y las consonantes y parcial o asonante, si se repiten sólo las vocales.
2. Según la cantidad: oxítona o masculina. La que se da en los versos oxítonos o agudos; paroxítona o femenina, se da en versos paroxítonos o llanos y proparoxítona si se da en versos proparoxítonos o esdrújulos.
3. Según la distribución o esquema:
· continua si se da de forma seguida: AAAA BBBB;
· gemela si se da de dos en dos AA BB CC; alterna si los versos riman de manera alterna: ABABAB;
· abrazada si riman de la siguiente manera: ABBA.

5.1.3.5. Pausa, encabalgamiento, tono.
· La pausa es una parada o descanso que se produceen la emisión de un verso. Puede ser obligatoria como la estrófica: se produce al final de una estrofa y versal, que se produce al final de un verso. La pausa optativa se llama interna y se produce en el interior de un verso originando versos pausados si la poseen o impausados los que no la poseen.
· El encabalgamiento es el desajuste que se produce cuando una pausa versal no coincide con la pausa morfosintáctica. El verso que no termina sintácticamente se llama verso encabalgante y el otro en el que continua recibe el nombre de verso encabalgado. Ej.: “Yo voy soñando caminos/ de la tarde.
Hay varios tipos de encabalgamientos:
Versal, si coincide con la pausa final del verso simple.
Medial, si coincide con la pausa o cesura de un verso compuesto.
Léxico, si la pausa versal divide una palabra.
Abrupto, si el verso encabalgante se detiene antes de la quinta sílaba del verso encabalgado.
Suave, el verso encabalgante continúa hasta la quinta sílaba o más del verso encabalgado.
El tono posee repercusiones rítmicas (véase las clases de ritmo estudiados en la prosa). Así, si un grupo fónico es largo el tono será bajo y el verso solemne y viceversa.

5.1.3.6. La estrofa. Es un grupo de versos que posee un metro determinado, una clase de rima y una distribución determinada de la misma. Las estrofas pueden ser isotéricas si todos los versos que la componen poseen el mismo número de sílabas y heterométrica si el metro de sus versos no coincide. Para determinar las estrofas nombraremos sus versos con letra minúscula si es de arte menor, mayúscula si son de arte mayor y con - si son versos sin rima. Las principales estrofas son:
Pareado: AA. Rima consonante o asonante.
Aleluya: aa. Rima consonante o asonante.
Terceto: A-A. Rima consonante.
Tercetos encadenados: ABA BCB CDC. Rima consonante.
Tercetillo: a-a. Rima consonante
Soleá: a-a. Rima asonante.
Cuarteto: ABBA. Rima consonante.
Serventesio: ABAB. Rima consonante.
Cuaderna vía: AAAA. Rima consonante. Versos alejandrinos (14 sílabas).
Redondilla: abba. Rima consonante.
Cuarteta: abab. Rima consonante.
Copla: -a-a. Rima asonante.
Seguidilla: 7-5a7-5a. Rima asonante.
Quinteto: rima consonante a gusto del poeta respetando tres reglas:
- No pueden ir tres versos seguidos con la misma rima.
- No puede acabar en pareado.
- No puede ir ningún verso suelto.
Quintilla: como el quinteto, pero de arte menor.
Lira: aBabB. Versos endecasílabos y heptasílabos. Rima consonante.
Sextina: Posee las mismas normas que el quinteto. Rima consonante.
Sextilla: como la sextina, pero de arte menor.
Estrofa manriqueña o copla de pie quebrado: 8a8b4c8a8b4c. Rima consonante.
Seguidilla compuesta o con bordón: 7-5a7-5a 5b7-5b. Rima asonante.
Octava real: ABABABCC. Rima consonante.
Octava italiana: -AAB´-CCB´. Los versos 4º y 8º terminan en palabra aguda. Rima
consonante.
Octavilla: como la octava italiana, pero de arte menor.
Copla de arte mayor: ABBAACCA. Versos dodecasílabos. Rima consonante.
Copla de arte menor: como la anterior, pero de arte menor.
Décima o espinela: abbaaccddc. Rima consonante.

5.1.3.7. El poema. Es la unidad superior a la estrofa. Puede clasificarse en:
1. Estrófico. Si se compone de estrofas. Si consta de una estrofa se
llamará monoestrófico. Si consta de más de una poliestrófico. Son:
Zéjel: aabbba aa. Rima consonante. Los dos versos con la rima aa se
llaman estribillo, el verso solo a, verso de vuelta y los tres monorrimos
se llaman mudanza. Puede haber una o varias mudanzas.
Villancico: abb,cdcd,d,bb. Siendo abb, cabeza; cdcd, mudanza; d verso de enlace
y bb estribillo.
Glosa: isométricas octosílabas con rima consonante.
Soneto: Dos cuartetos (o serventesios) y dos tercetos encadenados.
Soneto con estrambote: Al soneto se le añaden tres versos: 7 rima con el que le
precede y 11B11B.
Sonetillo: soneto de arte menor.
2. Poemas no estróficos. Si no contiene estrofas. Destacan:
Serie épica: AAAAAA. Rima asonante. Versos irregulares de arte mayor.
Romance: -a-a-a-a-a. Octosílabos. Rima asonante.
Romancillo: romance de versos 6 sílabas o menos.
Romance endecha: romance de versos heptasílabos.
Romance heroico: romance de versos endecasílabos.
Silva: endecasílabos y heptasílabos combinados a gusto del poeta y rimados en
consonante a gusto del poeta. No puede haber versos libres.
Estancia: silva repitiendo esquema.
Poema de versos sueltos: versos que no llevan rima en una composición donde
otros versos sí riman.
Poema de versos libres: composición de versos sin rima, ni estrofa, ni igual
número de sílabas. Se da abundantemente y recibe el nombre de versolibrismo.


5.2. Plano morfosintáctico.
En este apartado trataremos de descubrir y estudiar las unidades lingüísticas atendiendo
conjuntamente a la forma y a la función de las palabras. Se trata de analizar literariamente el significado y expresividad de los elementos morfosintácticos del texto. Ya que nuestro objetivo no es hacer un comentario lingüístico propiamente dicho y dada la extensión que requeriría un análisis pormenorizado de todos los elementos del texto, vamos a detenernos, sin entrar en mucho detalle, sólo en algunos elementos importantes, señalando algunas características generales.

5.2.1. El sintagma nominal. Como regla general el predominio del SN indica
estaticismo, monotonía y afán por destacar la impersonalidad. Nos fijaremos sobre todo en qué partes de la oración predominan, en el orden en que aparecen esos elementos, en la concordancia, etc.
La presencia de muchos sustantivos significa concreción. Tendremos en cuenta el tipo de sustantivos que aparece: los concretos indican carácter material, los abstractos, espiritualidad; los diminutivos, afectividad; los aumentativos, desprecio o ironía, etc.
El estudio del adjetivo posee una importancia especial. Su ausencia expresa concisión, sobriedad, objetividad y rapidez en la acción. La presencia dependerá del tipo de adjetivos que se utilicen (especificativos, explicativos, epítetos, etc.). El adjetivo abundará en las descripciones y siempre que el autor pretenda detallar y hacer lento el transcurso de la acción. El epíteto destaca la expresividad imaginativa y afectiva y el interés del autor por destacar la cualidad indicada sobre el valor del sustantivo.
Por su parte la presencia de artículos subraya lo concreto, lo importante y lo existencial y su ausencia indica abstracción, valor esencial, etc.

5.2.2. El sintagma verbal. El predominio del sintagma verbal indica dinamismo, acción, rapidez y variedad. Al fijarnos en el verbo tendremos en cuenta la precisión o imprecisión indicada por la forma temporal utilizada, la subjetividad u objetividad del autor dependiendo de la elección del modo y la utilización de los demás accidentes verbales por si alguno indicara algún aspecto significativo.
En cuanto al adverbio observaremos su presencia o ausencia, las clases empleadas y los elementos a los que modifiquen. Los adverbios indican, como los adjetivos, expresividad y detalles pormenorizados.


5.2.3. Tipos de oraciones. No se trata de realizar un análisis sintáctico, sino de ver qué
tipo de oraciones aparecen y cuáles predominan, explicando su posible significado en relación con el contenido del texto. Así, si predominan las oraciones simples se intenta imitar el habla coloquial y la expresividad así como el tono afectivo. Dentro de las oraciones compuestas las coordinadas indican simplicidad y poca elaboración y las subordinadas complejidad de pensamiento y mayor elaboración del texto.

5.2.4. Figuras literarias. Como en otro apartado se dijo no se trata de hacer un repertorio para aparentar nuestro conocimiento en este campo. sino de detenernos sólo en aquéllas que creamos importantes y significativas porque revelen algo importante a nivel de contenido. A continuación nombramos y definimos las más usuales:

5.2.4.1. Por adición de palabras:
Paráfrasis. Reproducción modificada y libre de un texto dado como modelo.
Pleonasmo. Redundancia o insistencia en una palabra o en varias. Consiste en añadir términos no necesarios para entender una idea. E.: “Lo vi con mis propios ojos”, “bajar para abajo”
Sinonimia. Acumulación de sinónimos para insistir o reiterar un concepto. Ej.: “Caminar, andar, errar, etc.”.
Epíteto. Es un adjetivo que indica una cualidad intrínseca o propia del sustantivo al que acompaña. Ej.: “blanca nieve”, “roja sangre”.
Paradiástole. Consiste en reunir palabras de significado semejante, pero oponiéndolas en su significado. Ej.: “fue constante sin tenacidad, humilde sin bajeza, intrépito sin temeridad”.
5.2.4.2. Por omisión de palabras.
Elipsis. Consiste en suprimir elementos de una frase sin que se altere su comprensión, con lo que se dota a la misma de energía, concentración y poder sugestivo. El término elidido se sobreentiende. Ej.: “año de nieves, año de bienes”.
Asíndeton. Consiste en suprimir conjunciones para dar más rapidez, viveza y sensación de agilidad a la frase. Ej.: “da fuertes puñetazos, gritos, se exalta”; “llegué, vi, vencí”.
Zeugma. Se hace funcionar en dos o más enunciados un término que sólo se expresa en un de ellos y se sobreentiende en los restantes. Ej.: no me canso de mi gusto, tú tampoco”.
5.2.4.3. Por repetición de palabras.
Anáfora. Es la repetición de una o varias palabras al comienzo de varias frases o versos. Ej.: “harto de estudiar, harto de correr, harto de leer”.
Epífora. Consiste en repetir una o varias palabras al final de varias frases o versos. Ej.: “mayo rgloria fue morir Dios por los hombres que nacer por los hombres
Reduplicación o anadiplosis. Consiste en la repetición seguida de una palabra o grupo sintáctico. Ej.: “Río Duero, río Duero”.
Epanadiplosis. Cuando una palabra empieza y termina una frase o verso. Ej.: “¡Hurra! cosacos del desierto, ¡Hurra!”.
Derivación. Consiste en la combinación de palabras que proceden de la misma raíz. Ej.: “mientras vive el vencido / venciendo está el vencedor”.
Políptoton. Repetición de un nombre en varios casos o de un verbo en diversos tiempos. Ej.: “el mar es inmenso, la mar es bella”, “los mares son profundos” .
Concatenación o conduplicación. Repetición en serie que pone de relieve la continuidad; generalmente la última palabra de una frase o verso es la primera en la frase o verso siguiente. Ej.:“ No hay criatura sin amor, / ni amor sin celos perfecto, / ni celos libres de engaños, / ni engaños sin fundamento”.
Polisíndeton. Repetición de conjunciones que no son estrictamente necesarias; da un tono solemne y lento al texto. Ej.: “ El niño es guapo y bajo y pequeño y rubio”.
Retruécano. Consiste en repetir una palabra o una oración entera invirtiendo el orden de sus elementos. Ej.: “En este país no se escribe porque no se lee o no se lee porque no se escribe”.
Antanaclasis. Repetición de una palabra con sentidos distintos. Ej.: “ Mora que en su pecho mora”.
Quiasmo. Son dos grupos de palabras de los cuales el segundo invierte el orden morfológico del primero. Ej.: “ Escaleras anchas, espaciosos peldaños”.
Paralelismo. Consiste en repetir en dos o más frases o versos las mismas estructuras sintácticas, morfológicas o semánticas. Ej.: “ Cuando canta la calandria / y responde el ruiseñor”,”Los suspiros son aire y van al aire,/ las lágrimas son agua y van al mar”.
5.2.4.4. Por analogía de palabras.
Silepsis. Es la alteración en la concordancia. Ej.: “ vuestra majestad es cuerdo”
Dilogía. Utilización de palabras de doble sentido. El valor lo da el contexto. Ej.: “cardenal”.
Calambur. Se da cuando al unir de otro modo las sílabas de palabras contiguas se producen otras palabras con distinto significado. Ej.: “Oro parece plata no es / Oro parece plátano es”.
Hipérbaton. Consiste en cambiar el orden lógico o gramatical de las palabras. Sirve para poner de relieve alguna palabra o concepto. Ej.: “Del salón en el ángulo oscuro”.
Enálage. Consiste en modificar con valor expresivo las construcciones lógicas y normativas. Ej.:“Mañana vamos (iremos) al cine”.
Hipálage. Consiste en aplicar un adjetivo a un sustantivo de un sintagma que no le corresponde. Ej.:" Errar por las lentas galerías”.
Anacoluto. Se renuncia a la construcción sintáctica lógica y se emplea otra más expresiva, que surge del fluir de las ideas. Es romper el orden de vinculación entre un periodo y otro.
Esticomitia. Se da cuando una frase coincide con un verso: es decir, cuando no hay encabalgamiento. Ej.: “Anoche cuando dormía / soñé ¡bendita ilusión!”.

5.3. Plano semántico.
Es el último apartado del análisis formal. Aunque, en parte y de manera general, se ha visto al explicar el análisis del contenido, ahora trataremos de confirmar de manera lingüística aquella primera impresión que tuvimos al realizar la explicación del argumento y del tema.
Es decir, nos basaremos en elementos y recursos semánticos elegidos por el autor para potenciar su mensaje.
Entre los principales destacamos:
5.3.1. La elección del léxico. Observaremos las palabras seleccionadas por el autor para resaltar la idea central que pretende transmitirnos. Es importante el empleo de eufemismos y el estudio de las palabras utilizadas: cultismos, neologismos, exotismo, etc., pues así podremos deducir el nivel socio-cultural que el autor mostrarnos; también puede ser significativo el empleo de otros fenómenos semánticos como la homonimia, la polisemia, la sinonimia, etc. siempre y cuando el autor las utilice de manera intencionada, cosa que podemos deducir por el predominio de alguna de ellas. Su significado emanará del contexto.
Por último debemos prestar atención especial al concepto de campo semántico, que se basa en la agrupación de palabras con una misma base significativa. Al transmitir el mensaje el autor selecciona conscientemente una serie de palabras claves que indiquen y redunden en esa significación, idea central o tema que quiere comunicarnos y que ha dado lugar al mensaje. El descubrimiento de esas palabras es esencial para la interpretación del texto y para ello nos basaremos en la noción de campo semántico.
5.3.2. Los tropos. Los tropos son una clase especial de figuras literarias que se basan en el cambio de significado de las palabras. En todos los tropos hay dos elementos uno el término real y otro el término imaginario o evocado. Dependiendo de la relación entre estos dos términos tendremos uno u otro tropo. Los más importantes son:
Sinécdoque. Se basa en las relaciones de contigüidad o de proximidad de los significados. El término evocado presta su nombre al término real. Las principales clases son:
1. La parte por el todo: “ mil cabezas de ganado” (en lugar de toros o reses).
2. El todo por la parte: “brillan las lanzas”, “La ciudad le hizo un gran recibimiento”
3. La materia por la obra: “los bronces” (en lugar de las campanas), “cuero” (por balón).
4. El continente por el contenido: “ comió tres platos”.
5. Singular por plural: “El perro es fiel”.
6. Plural por singular: “los Cervantes”.
Metonimia. Se basa en las relaciones de causalidad o sucesión entre dos términos. Los principales tipos son:
1. La causa por el efecto: “vive de su trabajo”.
2. El efecto por la causa: “ respeto de sus canas”.
3. El instrumento por quien lo maneja: “un famoso espada”.
4. El lugar por el producto que procede de él: “tomó un jerez”.
5. El autor por la obra: “leo a Cervantes”.
Imagen. Es la representación de un objeto por medios sensibles; o sea, consiste en expresar un objeto material para representar otro abstracto. Se diferencia de a metáfora en que en la imagen siempre se expresan los dos términos. Hay dos clases de imagen:
1. Tradicional. Cuando entre los dos elementos hay relación visible y racional. Ej.: “Ese hombre es fuerte, parece un roble”, “la lengua es la navaja de las mujeres”..
2. Visionaria. Cuando la relación entre los dos elementos no es racional. Ej.: “ Verde viento”.
Metáfora. Consiste en establecer una relación de identidad entre dos términos. Cuando se expresan los dos términos estamos ante una metáfora impura o imagen. Si el término real no aparece, sino solamente el metafórico se denomina metáfora real. Las principales clases son:
1. Metáfora sinestésica. Se basa en la mezcla confundida de sensaciones visuales, auditivas, táctiles, ...Ej.: “ sobre la tierra amarga” “la soledad sonora”..
2. A es B. Siendo A el término real y B el evocado. Ej.: “ Nuestras vidas son los ríos”
3. B es A. Ej.: “ El vacío es luna”.
4. A de B. Ej.: “ Labios de coral”.
5. A en lugar de B. Es la metáfora pura. “Preciosa toca su luna de pergamino” (pandero)
6. A, b, b´, b´´, ... El plano real se identifica con varios evocados. Ej.: “ La cintura no es rosa / no es ave, no son plumas./ La cintura es la lluvia”.
Alegoría. Es una sucesión continuada de metáforas. Los términos reales forman un campo semántico y los evocados otro. Sirve para hacer comprensible conceptos abstractos e ideas complejas. Introducción en Los Milagros de Nª.Sª, de Berceo.
Parábola. Narración alegórica breve y sencilla que pretende una lección moral o una enseñanza.
Símbolo. Consiste en expresar mediante una realidad perceptible por los sentidos otra realidad de carácter espiritual o abstracto Ej.: la balanza simboliza la justicia; la paloma es símbolo de la paz.
5.3.3. Las figuras literarias de pensamiento.
5.3.3.1. Descriptivas.
Prosopografía. Es la descripción externa de una persona o de un animal.
Etopeya. Descripción de las cualidades espirituales, carácter o valores morales de una persona.
Retrato. Prosopografía más etopeya.
Topografía. Consiste en describir un paisaje.
Enumeración. Es la descripción ágil y rápida mediante sustantivos, adjetivos que produce una visión disgregada y analítica de la realidad.
Hipotiposis. Descripción viva y gráfica de personajes o de hechos. Mediante datos sensoriales se expresan valores abstractos.
5.3.3.2. Patéticas.
Exclamación retórica. Manifestación emotiva y sentimental de alegría, miedo, dolor, tristeza, etc. Va entre signos de exclamación y da al texto gran expresividad. “¡Hoy creo en Dios!”.
Interrogación retórica. Pregunta que no exige respuesta porque se sobreentiende. Dota al texto de gran tensión emotiva. “¿No es más poderosa la virtud que el vicio?”.
Apóstrofe. Exclamación o pregunta dirigida vehementemente a un ser animado o inanimado, real o imaginario, presente o ausente. Ej.: Olas gigantes que os rompéis bramando, / ¡Llevadme con vosotras!”.
Hipérbole. Consiste en exagerar desmesuradamente, aumentando o disminuyendo, acciones, cualidades, hechos, etc. Es una exageración desmedida. Ej.: “ Te lo he dicho mil veces”.
Prosopopeya o personificación. Consiste en otorgar cualidades humanas a seres animados o cualidades de animales a cosas. Ej.:“ La montaña ríe fuertemente”.
5.3.3.3. Lógicas.
Sentencia. Consiste en expresar en pocas palabras un pensamiento profundo de carácter moral, filosófico, religioso, etc. Si es de carácter culto y autor conocido se llama máxima. Ej.: “Lo bueno si breve, dos veces bueno”.Si no tiene autor conocido y es de carácter popular recibe el nombre de refrán, proverbio o adagio. Ej.: “No por mucho madrugar amanece más temprano”
Símil. Consiste en comparar dos términos, uno real y otro imaginario. Los dos términos se encuentran presentes y entre ellos se coloca un nexo comparativo. Ej.: “Dientes como perlas”.
Antítesis. Es la oposición de dos ideas, pensamientos, expresiones o palabras contrarias. Ej.:“Blanco/ negro” “Alto/ bajo”..
Oxímoron. Unión sintáctica íntima de dos conceptos contradictorios en una unidad.
Ej.: “Llama de agua”.
Paradoja. Se unen ideas opuestas en un solo juicio. Es la unión de dos ideas en apariencia irreconciliables. Ej.: “Vivo sin vivir en mí”/ y tal alta vida espero / “que muero porque no muero”.
Lítote. Consiste en negar lo contrario de lo que se desea afirmar. Ej.: “ Una imagen poco clara (oscura)”, “Eso no está muy bien” (está mal).
Gradación. Varios conceptos o palabras aparecen en escala descendente o ascendente. Es una enumeración en escala ascendente o descendente. Ej.: “polvo, sombra, humo, nada”.
5.3.3.4. Oblicuas.
Perífrasis. Se expresa con varias palabras lo que podría expresarse con menos o con una sola. Consiste en dar un rodeo para expresar una idea. “El Fénix de los ingenios españoles” (Cervantes).
Eufemismo. Consiste en dar un rodeo para no emplear una palabra malsonante, tabú o que no se quiere mencionar. Ej.: “Una mujer embarazada.”.
Reticencia. Se deja una frase sin acabar porque se sobreentiende la idea. Ej.: “ Dime con quien andas y...”.
Ironía. Se da a entender lo contrario de lo que se dice o en admitir como verdadera una proposición falsa con fines de burla. Ej.: “ Ese niño estudia muchísimo” (dicho a un alumno que no sabe nada).
Sarcasmo. Es una ironía con carácter cruel, mordaz o hiriente.





6. CONCLUSIÓN Y CRÍTICA PERSONAL.
Esta última etapa consiste en hacer una especie de balance de todos los elementos estudiados en los apartados anteriores. Se trata de sintetizar en breve espacio las conclusiones particulares a que hemos llegado en cada una de las etapas anteriores y, basándonos en ellas, dar una opinión personal, que no debe consistir en decir si el texto nos ha gustado mucho, poco o nada, sino en criticar de manera objetiva el texto.
Para ello tendremos en cuenta nuestro punto de partida; es decir, explicar qué dice un texto y cómo lo dice. Cuanta mayor relación exista entre estas dos partes inseparables del texto mayor habrá sido el acierto del autor que ha partido de una idea central o base y ha elegido para comunicárnosla una forma determinada.
Si aparte de hacer esto queremos dar nuestra opinión estamos en nuestro derecho, pero no se puede olvidar que se debe ser lo más objetivo y científico posible. Un texto puede o no gustarnos y por ello no hemos de dejar de reconocer que puede ser una obra maestra artísticamente hablando.


ESQUEMA DE COMENTARIO DE TEXTO.
1.- Lectura y comprensión del texto. Interesa
a) Leerlo atentamente varias veces hasta comprenderlo bien.
b) Buscar el significado de las palabras y giros desconocidos.
c) Comprender lo que el autor ha escrito y resumirlo brevemente.
2.- Localización. Conviene ver:
a) Quien es el autor:
* Época en la que vive.
* Lugar de nacimiento.
* Corriente literaria a la que pertenece.
* Datos biográficos más importantes.
* Ambiente en que vivió:
· Cultural.
· Político.
· Social.
· Artístico.
b) Si se trata de una obra completa o de un fragmento. Situarlo en el conjunto de la
producción literaria del autor.
3.- Análisis del contenido. Ver:
a) Argumento y tema del texto: de qué trata el fragmento. Para ello resumir señalando:
* Personajes que intervienen.
* Acciones:
· Principales.
· Secundarias.
* Época y lugar donde transcurre la acción.
* Idea central del texto.
b) Postura del autor ante el contenido:
* ¿Interviene como personaje o es un observador?
* ¿Cómo ve a sus personajes?:
· ¿Desde dentro?
· ¿Desde fuera?
* ¿Es objetivo? (Se limita a describir los hechos).
* ¿Es subjetivo? (Valora los hechos).



4.- Análisis de la estructura. Cómo se distribuye y organiza el tema. Partes menores en que se puede dividir el texto:
* Exposición.
* Nudo.
*Desenlace.
5.- Análisis de la forma (expresión). De qué medios se vale el autor para comunicarnos el contenido.
* Nivel fónico: rima, estrofa, poema y recursos basados en el sonido.
* Nivel morfosintáctico: recursos de dicción y tipos de oraciones.
* Nivel semántico: recursos de pensamiento y significado de palabras importantes.
* Frecuencia de palabras y características:
· Sustantivos.
· Adjetivos.
· Verbos,...

6.- Conclusión. Debemos:
a) Hacer una síntesis refiriéndonos:
· Al contenido.
· A la forma de expresarlo.
· A la impresión producida.
b) Dar una opinión personal sobre el texto analizado.

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MªÁngeles Pérez, profesora de Secundaria del colegio concertado Jesús Mª "El Cuco". Imparto clases de lengua y literatura y cultura clásica. Soy licenciada en Filología Clásica por la Universidad de Sevilla.